El 26 de mayo, en las primeras horas del recorrido por las rutas donde pasa la entrada folclórica del Gran Poder, la festividad mayor de Los Andes, se encontró a devotos muy emocionados al ver al Tata encabezando la romería que dio inicio a la manifestación cultural a través de las danzas.
“Cada año esperamos al Tata desde muy tempranito. Es toda una emoción” dice Sandra Moya, de 56 años, que se encuentra en las graderías de la calle Illampu junto a su familia. “Venimos temprano porque queremos ver cómo pasa nuestro Tata y agradecerle, personalmente, todo lo que hace por nosotros” explica Sonia, hermana de Sandra, con la voz entrecortada por la emoción que siente en el momento “Discúlpeme las lágrimas, pero es muy emocionante verlo y tenerlo así, tan cerca” concluye.
“La emoción de verlo tan cerca, causa un sensación muy diferente. Es hermoso” explica Mónica Callisaya, de 33 años quien observa con bastante atención el cuadro donde se aprecia al Señor Jesús del Gran Poder “Ahora que ha pasado, de sólo verlo, uno siente tranquilidad. Es algo inexplicable” y añade: “Todos bailamos por fe y devoción. Y enaltezcamos lo que es el folklore boliviano para que en el mundo sepan que lo nuestro, es nuestro” explica con una amplia sonrisa.
Más información: Ministerio de Culturas y el Turismo