75 años de la Declaración Universal de Derechos Humanos: Un legado de lucha y esperanza.
Un día como hoy 10 de diciembre del año 1948, reunidos en Paris, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la Declaración Universal de Derechos Humanos (DUDH), este documento considerado como la piedra angular del derecho internacional de los derechos humanos, establece una serie de derechos y libertades esenciales que son inseparables a todas y todos los seres humanos, sin distinción de raza, sexo, nacionalidad, religión, idioma u otra condición.
La Declaración ha contribuido a la promoción y protección de los derechos humanos en todo el mundo y ha servido de precedente para la creación de leyes y políticas nacionales e internacionales y el desarrollo de otros instrumentos internacionales de derechos humanos. Sin embargo, todavía queda mucho por hacer para que todos los seres humanos disfruten plenamente de sus derechos humanos.
Los derechos culturales, consagrados en los artículos 22 y 27 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, son derechos humanos inalienables que permiten a todas las personas participar libremente en la vida cultural de su comunidad, disfrutar de los avances científicos y sus beneficios, y ser valoradas por su trabajo creativo.
Estos derechos están estrechamente vinculados al patrimonio cultural inmaterial (PCI), que es la expresión de la diversidad cultural de las comunidades y los grupos. El PCI incluye las tradiciones orales, las artes escénicas, los rituales, las festividades, las artes culinarias, los conocimientos y las prácticas relacionados con la naturaleza, y los conocimientos y las prácticas tradicionales relacionadas con la artesanía.
La protección del PCI es fundamental para garantizar el disfrute de los derechos culturales. El PCI proporciona a las personas una sensación de identidad, pertenencia y continuidad y contribuye al desarrollo sostenible.
En concreto, el PCI se vincula con los derechos culturales de la siguiente manera:
- Derecho a participar en la vida cultural: El PCI proporciona a las personas oportunidades para participar en actividades culturales, como la música, la danza, la artesanía y las festividades.
- Derecho a disfrutar de los avances científicos y sus beneficios: El PCI puede contribuir al desarrollo científico, por ejemplo, a través de la investigación sobre los conocimientos tradicionales.
- Derecho a ser valorada por su trabajo creativo: El PCI reconoce el valor del trabajo creativo de las personas, como el de los artistas tradicionales.
La UNESCO, como organismo especializado de las Naciones Unidas en educación, ciencia y cultura, tiene un papel fundamental en la protección del PCI y en la promoción de los derechos culturales. La UNESCO ha adoptado una serie de instrumentos internacionales para proteger el PCI, como la Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial.
En conclusión, los derechos culturales y el PCI están estrechamente vinculados. La protección del PCI es fundamental para garantizar el disfrute de los derechos culturales, y contribuye al desarrollo sostenible y al fortalecimiento de la diversidad cultural.
En el contexto de la celebración del 75º aniversario de la DUDH el CRESPIAL hace un llamado por trabajar a favor de la visibilización de los derechos humanos y renueva su compromiso de trabajo conjunto y articulado entre los países Latinoamericanos para una acción, promoción y protección de los mismos