En Venezuela, la actividad tradicional que es objeto del Programa biocultural para la salvaguardia de la tradición de la “Palma Bendita” consiste en recolectar hojas de varias especies de palmas en una zona montañosa delimitada.
En los días que preceden la Semana Santa, los recolectores, llamados palmeros, asisten primero a una ceremonia religiosa para recibir una bendición y luego suben al monte, donde van a pasar varias noches, haciendo altos en determinados lugares como si recorrieran el itinerario de un viacrucis. Al mismo tiempo narran y escuchan relatos, reparan los senderos, cortan hojas de las palmas, podan los árboles y plantan otros nuevos.
Los palmeros bajan del monte las hojas recolectadas la víspera del Domingo de Ramos y las distribuyen entre distintas comunidades para que sean bendecidas en ese señalado día.
Más información: UNESCO