En el marco de las conmemoraciones por el 24 de marzo, en el Museo de la Historia del Traje, grandes murgueros afectados por la dictadura militar, contaron cómo y por qué las murgas son un espacio para ejercer memoria.
En lentejuelas blancas, sobre una levita de tela arrasada azul eléctrica con mangas rojas, el pañuelo blanco. Y sobre él, una inscripción: Raúl y Teresa. Una levita colgada, suspendida en el aire, como anunciando lo que está por venir, lo que pasó y no pasa. Este será el fondo de escenario de cinco murgueros que se vieron afectados de diferentes formas por la dictadura militar que sacudió a la Argentina desde 1976 hasta 1983.
Más información: Ministerio de Cultura, Presidencia de la Nación, Argentina