Nacido en el municipio de Madalena, el artista es uno de los nombres más importantes de la poesía popular en Brasil y uno de los mayores representantes de la literatura de cordel, reconocida desde el 2018, como patrimonio cultural inmaterial de la Nación. Desde el CRESPIAL destacamos su legado en el PCI de la región y compartimos esta publicación del Diario do Nordeste sobre su vida y trayectoria:
El popular poeta, locutor de radio, ilustrador y publicista de Ceará, Arievaldo Vianna, murió a la edad de 52 años. La amiga del artista, la cordelista y hematóloga Paola Tôrres informó que la causa de la muerte fue una infección bacteriana severa.
Creador del proyecto Acorda Cordel en el Aula, que utiliza poesía popular en la alfabetización de jóvenes y adultos, adoptado por el Departamento de Educación, Cultura y Deporte de Canindé y varios otros municipios brasileños, Arievaldo Vianna es uno de los nombres más importantes en las letras de Ceará.
El artista recorrió más de 10 Estados dando talleres y conferencias sobre literatura Cordel, un género popular hecho en verso y de origen tanto escrito como oral. Recibe tal nombre por haber sido distribuida en los llamados ‘pliegos de cordel’, cuadernillos impresos sin encuadernar y exhibidos para su venta en tendederos de cuerdas. Tuvieron su origen en la península ibérica, siendo exportados por las colonias de España y Portugal, y arraigando de forma especial en Brasil.
Arievaldo trabajó como consultor y escritor para una serie de programas de TV Escola, centrándose también en una de sus grandes pasiones, el cordel.
En el año 2000, fue elegido miembro de la Academia Brasileña de Literatura de Cordel, en la que ocupa la silla número 40, patrónica de João Melchíades Ferreira.
También tenía algunas obras escritas en colaboración con otros poetas, como Pedro Paulo Paulino, Jota Batista, Klévisson Viana (hermano), Gonzaga Vieira, Zé Maria de Fortaleza, Manoel Monteiro da Silva, Rouxinol do Rinaré y Marco Haurélio.
El Departamento de Cultura de Ceará emitió una nota de condolencia por la muerte de Arievaldo
«Padre, compañero, amigo, hermano del cordelista y escritor Klévisson Viana, y gran artista, Arievaldo nació en Quixeramobim, y se convirtió en un cordelista que introdujo en la escritura la lucha del pueblo, las marcas de la política, las palabras fáciles y críticas de este y de otros tiempos «, pone la nota.
Fabiano Piúba, gerente de la cartera, también dijo: «Hemos perdido a un gran poeta y difusor de la literatura de cordel no solo en entornos culturales, sino principalmente en las escuelas, promoviendo la lectura a través de la literatura de cordel en los rincones más diversos del Brasil. «Perdimos un amigo». (Reportero: Diego Barbosa)
El poeta Rouxinol do Rinaré expresó sus sentimientos por el cordelista a través de algunas estrofas:
Una nube de tristeza
Se cernía sobre nuestro estado …
Cordel está de luto,
Cada poeta sacudido
Arievaldo Viana
Fue a la mansión soberana,
¡Porque por Dios fue llamado!
Nos dejó un gran legado
Como un poeta sin igual
Inmortal entre sus compañeros,
Puedo decir sin lugar a dudas.
La pérdida es muy triste
Le preguntamos al padre de los padres
¡Para que la familia consuele!
El anhelo se mantendrá
Recordándonos día a día
De sus cuerdas, de sus historias
Recitado con alegría …
Ve en paz, noble poeta,
La tierra se empobrece
¡Y el cielo es rico en poesía!
También hay varios informes emocionales de artistas de la palabra en las redes sociales con asombro del gran legado de Arievaldo Viana.
La doctora y poeta Paola Tôrres dice que estaba preparando un libro en sociedad con él, una ficción de cuerdas que describía el encuentro entre Guimarães Rosa, Ariano Suassuna y Euclides da Cunha. Klévisson Viana, también fue parte del trabajo.
«Arievaldo fue uno de los escritores que más se acercó a los poetas brillantes. Es un segundo Leandro Gomes de Barros, un segundo Patativa [de Assaré]. No era un simple poeta, era un poeta brillante. Tenía una belleza, un poder, una creatividad, como dibujante … Era demasiado lúcido, con un conocimiento histórico del cordel. Era la propia historia del cordel. Era un investigador apasionado por las narrativas «, dijo el artista.
El amigo de Arievaldo, el cordelista Stelio Torquato Lima, publicó en las redes sociales el arrepentimiento por la partida del poeta.
«Estábamos todos huérfanos por un artista único y una figura incomparable. Yo, su amigo, era un aprendiz privilegiado, porque disfruté de su compañía, en casa, en viajes, en eventos. Su hermoso trabajo sigue siendo un testimonio de su talento para las nuevas generaciones que ya no tendrán el placer de verlo recitar, escucharlo hablar, acompañarlo en círculos de conversación, en los que su dominio del arte del humor se exhibió con tanta gracia «.
La cordelista Julie Oliveira, una de las integrantes de la nueva cosecha de arte en versos populares en Ceará, escribió: «Un día triste para todos nosotros en el cordel, en el arte. Descansa en paz, Arievaldo Vianna. Los poetas no mueren, simplemente cambian de opinión y su poesía de lugar, y la tuya siempre estará con nosotros. Muy triste que no podamos abrazar a Klévisson Viana y Juliana Araújo en ese momento. Estos son tiempos difíciles, pero no perderemos la esperanza «.
El escritor Bruno Paulino, que compartió su pluma con Arievaldo en el libro «Os Milagres de Antônio Conselheiro», subrayó los diferentes roles que el artista ocupó en su vida.
«Primero, Arievaldo Vianna fue mi Patativa do Assaré y mi Monteiro Lobato. Luego fue mi maestro y el hombre que me presentó a la mayoría de las personas y me abrió las puertas en el mundo literario. Era el compañero bohemio más divertido que conocía, el mejor narrador del mundo. Finalmente, fue mi socio en muchos proyectos. Quizás la persona que más entrevisté y con la que más participé en las tablas literarias hasta hoy. No es posible medir el legado de una obra tan grande y de calidad como la de Arievaldo «.
A su vez, el editor de Ceará, Imeph, quien publicó varios libros del artista, destacó: «¡El cielo gana una estrella más y el mundo pierde a este gran y talentoso artista! ¡Gracias por compartir con nosotros tanto conocimiento y tanta cultura!»
TRAYECTORIA
Nacido en la granja de Ouro Preto, el 18 de septiembre de 1967, anteriormente perteneciente a Quixeramobim y ahora parte integral del municipio de Madalena, el artista, leñador y poeta pasó su infancia y parte de la edad adulta en el Sertão Central, recibiendo aquí su formación cultural a través del canto y la lectura de cordel.
«Estaba alfabetizado con la ayuda de cordel, fue la lectura que más me gustó, le pedí a mi abuela que leyera ‘João Grilo’ y ‘La llegada de Lampião al infierno'», explicó en una entrevista con Diário do Nordeste, en 2017.
En ese momento, Ime estaba lanzando el libro «Encontro com consciência», de la editorial Imeph, en celebración de 50 años de vida.
Uniéndose sílaba por sílaba, el futuro poeta ya estaba leyendo sus historias solo, a la edad de tres años. Propagador del cordel como herramienta educativa, desde niño ya demostró su racha literaria.
«En la escuela tenía esas lecturas en voz alta, donde debías elegir entre texto en prosa y poesía. Siempre tuve preferencia por la poesía y buscaba textos de este tipo para declamar», dijo.
Vivió en Canindé de 12 a 25 años. Arievaldo Vianna mostró rasgos del noreste en todos los libros que escribió e ilustró, incluso trabajando con temas urbanos, como lo hizo en la adaptación de las obras de Cervantes, donde aquí y allá hay una palabra del noreste.
Desde 1993 vivió en Fortaleza, trajo a su discurso la dificultad de vivir solo en literatura en Brasil y recordó que trabajó en varios oficios a lo largo de su vida, por ejemplo, cuando vivía en Canindé era vendedor ambulante y, por eso, tuvo la oportunidad de convivir con la peregrinación, que lo inspiró culturalmente.
A lo largo de cinco décadas, el autor publicó más de 30 libros y unos 150 panfletos de cordel, después de haber sido premiado en varios concursos literarios y cuatro veces seleccionado por el Ministerio de Educación, a través del extinto PNBE (Programa de la Biblioteca Nacional en la Escuela).
Legenda: Arievaldo Vianna deixa extenso legado nas letras populares do País
Foto: Fernanda Siebra