Jovita Vásquez pertenece a la etnia Shipibo Conibo del distrito de Tahuaria, en la provincia de Atalaya, Ucayali. En esta zona del país se asientan aproximadamente 150 pequeñas comunidades cuyas principales actividades son la pesca, la agricultura, la artesanía y la caza.
Jovita cuenta que nació y creció en un lugar donde siempre hubo dificultades, pero nunca perdió el optimismo. De niña, unas de las cosas que más recuerda es la falta de profesores en su lengua natal, algo que hacía sentirla excluida.
“Felizmente, en la actualidad, eso está cambiando”, comenta Jovita, quien es licenciada en Educación Básica Bilingüe Intercultural. “Estamos recuperando nuestra cultura y tradiciones. Ahora muchos de nuestros niños de los pueblos originarios reciben educación en su lengua natal”, añade.
Gracias al programa Nopoki de la Universidad Católica Sedes Sapientiae, una decena de comunidades han podido recibir educación superior y así, sus miembros pueden dedicarse a la enseñanza de sus lenguas. Una de las beneficiadas ha sido Jovita, quien durante el último año preparó una tesis para obtener el grado de Maestra en Doctrina Social de la Iglesia, sustentada en lengua shipibo.
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