\r\n El lector de tabaquería, oficio surgido en el siglo XIX y aspirante a ser Patrimonio Intangible de la Humanidad, acompaña todavía a los torcedores, de modo especial en el territorio de Pinar del Río, productor de una hoja sin par en el mundo.
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\r\n Orgullo de su labor siente Rafael Cao, con más de 40 años como periodista, y hoy lector de la fábrica de torcido Francisco Donatién, uno de los símbolos de la capital pinareña, este año con el plan de garantizar un millón 150 mil Habanos exportables y 75 mil unidades para el consumo nacional.
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\r\n Entretener e informar es todo un reto, dijo a la AIN, y añadió que lee ante los torcedores en una cabina hecha al efecto, durante una hora al día: media por la mañana y la otra mitad en la tarde ya sean clásicos u obras más contemporáneas, con comentarios incluidos.
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\r\n Más información: Portal Cubarte
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