Una de las manifestaciones religiosas más arraigadas en el culto católico en México, que se celebra durante la Semana Santa, es la instalación de los altares de Dolores, tradición que se realiza en el país desde el siglo XVII, para rememorar el sufrimiento de la Virgen María por La Pasión y Muerte de su hijo Jesús.
Como parte de la labor del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), por preservar y difundir esta tradición que forma parte del patrimonio cultural inmaterial del país, diversos de sus espacios históricos albergarán esta manifestación cultural que consiste en la colocación —ocho días antes del Viernes Santo— del altar que recuerda La Crucifixión.
Para esta ocasión, los recintos bajo resguardo del INAH en los que se montarán los altares serán los museos de El Carmen y el Regional Potosino, así como el Centro Comunitario Ecatepec-Casa de Morelos y los ex conventos hidalguenses de Actopan y Epazoyucan.
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