Cada 22 de agosto múltiples países celebran el Dia Internacional del Folclore, Si bien no es un día incluido en la lista de días internacionales de la UNESCO, es una fecha importante donde se recuerda la riqueza cultural de América Latina. Desde el CRESPIAL nos unimos a esta celebración ratificando nuestro compromiso de cuidar, valorar y difundir estas expresiones que nos conectan con nuestras raíces y nos fortalecen como comunidades.
Las tradiciones culturales representan la memoria viva de nuestros pueblos, la misma que se expresa en las danzas, la música, los relatos, las fiestas, las artesanías y muchas otras prácticas que nos acompañan en la vida cotidiana. Están en la cumbia de Colombia, la salsa del Caribe, las celebraciones andinas como el Inti Raymi en Perú, los relatos de la Patagonia, las artesanías mexicanas o la capoeira en Brasil y muchas otras más. Cada una de estas manifestaciones ha sido compartida de generación en generación, fortaleciendo la unión entre las personas y contribuyendo al desarrollo de nuestras comunidades.
Además de ser una herencia transmitida de generación en generación, también son derechos culturales, al fortalecerlos, estamos defendiendo el derecho de cada comunidad a practicar, transmitir y decidir sobre sus propias tradiciones, sin que estas sean usadas de manera indebida o sin permiso. Por esta razón, organismos como la UNESCO y la OMPI trabajan en mecanismos para que las comunidades portadoras sean reconocidas y se beneficien de su propio patrimonio.
El patrimonio se mantiene vivo gracias a las comunidades que lo crean y lo transmiten. En este sentido, son las mujeres quienes han tenido un papel esencial como portadoras de saberes, guardianas de la memoria y creadoras de nuevas expresiones. Reconocer su aporte es un acto de justicia.
Del mismo modo, hablar de patrimonio vivo con un enfoque inclusivo significa reconocer la participación de jóvenes, personas mayores, comunidades indígenas, afrodescendientes y de todas las voces que forman parte de nuestra diversidad.
Desde el CRESPIAL trabajamos de la mano con nuestros Estados Miembros para:
Proteger los derechos culturales y evitar su apropiación indebida.
Visibilizar la voz de mujeres y grupos históricamente apartados en la gestión del patrimonio cultural.
Impulsar la transmisión intergeneracional, acercando a las y los jóvenes a sus tradiciones.
Promover la cooperación regional, creando redes que fortalezcan la protección de nuestras expresiones culturales.
Hoy celebramos nuestra diversidad con orgullo y reconocimiento hacia las comunidades que mantienen vivas sus tradiciones frente a múltiples desafíos actuales. Nuestras tradiciones son identidad, diversidad y también un derecho, cuidarlas es responsabilidad de todas y todos.
