Con este bello relato comienza Juan Ramón Jiménez su cuento, Platero y Yo, describiendo con infinita ternura al cuadrúpedo familia de los équidos, denominado en algunas latitudes, en el mundo científico como Equus africanus asinus, y, aquí en Venezuela, simplemente burro.
Pero no es de este excelente cuento que queremos hablar en este momento, ni de las carreras de burro que se dan en algunos pueblos venezolanos, sino de una tradición muy antigua que se desarrolla en prácticamente todos los estados de Venezuela. Con sus características particulares en cada caso, incluso en cada pueblo o aldea donde se desarrolla el «Baile de la Burriquita».
Difícilmente exista una escuela en nuestro país, donde cada año, no se incluya en sus actividades culturales este alegre y colorido festín, que implica vestir a alguien con atuendos y trapos simulando ser una Burriquita.
* Nota tomada y adaptada de la página oficial del Ministerio de Cultura de Venezuela. Ver nota completa: www.mincultura.gob.ve