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20 años de la política pública para la salvaguardia del patrimonio cultural inmaterial de Brasil, pionera en América Latina

08 mayo 2020

Fue en Brasil donde, por primera vez en América Latina, se creó un instrumento legal para la preservación, reconocimiento y valorización del patrimonio cultural de naturaleza inmaterial. Hace 20 años, en este país nació mediante Decreto, el Registro de Bienes Culturales de Naturaleza Inmaterial y el Programa Nacional del Patrimonio Inmaterial, organismo que quedó bajo la custodia del Instituto de Patrimonio Histórico y Artístico Nacional (IPHAN).

“Los principios y directrices del Programa Nacional de Patrimonio Inmaterial son los que han iluminado la actuación del IPHAN en estos 20 años de políticas para la identificación, reconocimiento y salvaguardia del PCI. Hoy en día, en Brasil tenemos ciertas metodologías que pueden ser ejemplares para otros países, metodologías de identificación de PCI bastante interesantes que pueden contribuir sobre todo a los Estados que están iniciando en la construcción de sus políticas. Sin embargo, todos los países que hacen parte del CRESPIAL vienen adoptando y creando otras metodologías, a partir de sus propios contextos culturales diferenciados y que van imprimiendo una marca muy fuerte y una evolución de las políticas de manera regional.” Hermano Oliveira, representante del Núcleo Focal de Brasil.

Los antecedentes, la implementación y la transformación de los organismos brasileños creados hace 20 años, se recogieron en el Estado del arte sobre la política pública para la gestión del Patrimonio Cultural Inmaterial – PCI – de Brasil, una publicación del CRESPIAL que hace parte de un compilado de 15 Estados del arte que dan una mirada, desde los avances y las perspectivas, de la gestión del PCI de los países miembro del Centro. Estas publicaciones se pueden consultar y descargar en línea, gratuitamente, en www.crespial.org/estados-arte-pci/

Una mirada a la historia de la gestión pública del PCI de Brasil

Se podría decir que este proceso de inclusión de lo inmaterial dentro del imaginario patrimonial inicia en 1937 con la creación del Serviço Nacional do Patrimônio Histórico e Artístico Nacional-SPHAN (hoy IPHAN). Para entonces, Mario de Andrade, poeta, novelista, ensayista, musicólogo y miembro fundador del modernismo brasileño, fue uno de los primeros en proponer volcar la mirada de aquello que se pensaba como patrimonio y cultura dentro de esquemas de tradición blanca europea, y con una política enfocada únicamente en la protección de los bienes materiales, para tener en cuenta la perspectiva de una nación mestiza, resultado de culturas blancas, negras e indígenas. Sin embargo, fue la noción de Rodrigo Melo de Andrade, para entonces director de preservación del patrimonio artístico del Brasil en el Ministerio de Educación, bajo el lema “causa Patrimonial”, la que imperó. Esta era una visión que privilegiaba la cultura y costumbres procedentes de Europa, y que dejaba aquellas tradiciones afrodescendientes e indígenas como representaciones de un pasado distante y reemplazable.

Para 1975 se crea el Centro Nacional de Referência Cultural-CNRC, una institución que surge como una crítica al SPHAN, al considerársele demasiado elitista y de carácter abiertamente hegemónico y eurocentrista. El CNRC pasa entonces a “defender el concepto antropológico de cultura y considerar las prácticas tradicionales de las comunidades afro e indígenas como las verdaderas representantes de la identidad brasilera.

Ya para 1997, y gracias a la influencia del CNRC, se presenta la primera propuesta holística de lo que significa el patrimonio cultural, teniendo en cuenta, no solo la comprensión de lo que es patrimonio inmaterial sino, además, un entendimiento de la importancia de las tradiciones nativas americanas y africanas.

Esta iniciativa tuvo un impacto inmediato en el Ministerio de Cultura. En el mismo año, el organismo constituyó la Comisión y el Grupo de Trabajo sobre Patrimonio Inmaterial – GTPI, coordinado por IPHAN, cuyo trabajo resultó en la promulgación del Decreto nº 3.551 en el año 2000. Este Decreto instituyó el registro, como instrumento para el reconocimiento de bienes culturales intangibles como patrimonio brasileño, y creó el Programa Nacional para Patrimonio Inmaterial-PNPI, entidad que nace con el objetivo de ser un instrumento base del estado brasilero para el desarrollo y difusión de la políticas públicas de salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial, buscando descentralizar y socializar los instrumentos de esta salvaguardia para propender por una autonomía y protagonismo de la sociedad civil y especialmente de los portadores y gestores culturales.

Para iniciar con esta labor, el IPHAN, junto el Centro Nacional de Folclore e Cultura Popular-CNFCP, inician la labor de identificar las referencias culturales que conforman la identidad y diversidad cultural brasileña; una acción fundamental para la creación de un macroproyecto que abarque la totalidad del territorio, en tanto a su área geográfica como a su multiculturalidad. A partir de aquí, se desarrollan acciones especializadas para cada caso, teniendo como marco 15 tipos de acciones diferentes para la salvaguardia, dentro de las cuales está la inclusión de dicha referencia cultural en los ‘Livros de Registro’, proceso que puede tardar entre 2 a 10 años, e incluso más tiempo. El primer registro de una manifestación del PCI se realizó en el año 2002 y es el Registro do Ofício das Paneleiras de Goiabeiras e da Arte Kashiwa, a partir del cual se abre un amplio camino para la salvaguardia del PCI en el Brasil.

A partir de 2004, las acciones de salvaguarda de este país son implementadas por el Departamento de Patrimonio Inmaterial (DPI) el cual tiene como principales objetivos:

  • Acciones que busquen promover el reconocimiento de la diversidad étnica y cultural del país.
  • Descentralización de las acciones institucionales para regiones históricamente poco atendidas por la acción estatal
  • Ampliación del uso social los bienes culturales y la democratización del acceso a los beneficios generados por su reconocimiento como Patrimonio cultural
  • Sustentabilidad de las acciones de preservación por medio de la promoción del desenvolvimiento social y económico de las comunidades portadoras y mantenedoras del patrimonio
  • Defensa de bienes culturales en situación de riesgo y los derechos relacionados a las expresiones reconocidas como Patrimonio.

Instrumentos de salvaguardia

http://portal.iphan.gov.br/pagina/detalhes/418/

Créditos imagen: Daniel Protzner

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